Los centros escolares cuentan un elevado tráfico de personas que entran y salen, y con ellas también la suciedad, los gérmenes y las bacterias. Por este motivo es muy importante la limpieza en este tipo de espacios. Los centros escolares acumulan una gran cantidad de suciedad a lo largo de todo el día y pueden sufrir un rápido desgaste, si no se mantiene la higiene y el mantenimiento oportuno.
Hoy en el blog de Dermo queremos hablarte de algunos trucos, para que consigas mantener un espacio limpio y sano, libre de gérmenes y suciedad.
Lo primero que debes tener en cuenta es la importancia que tiene una buena ventilación. Este es uno de los factores claves para poder renovar el aire y evitar malos olores, que son tan desagradables. Si el olor es muy fuerte y parece que persiste, no dudes en utilizar purificadores de ar, ya que pueden ayudar a resolver este problema con gran facilidad. Debes airear todo: aulas, despachos, estancias comunes, vestuarios, lavabos… sanear el aire de todo el espacio.
El siguiente paso es retirar y desincrustar todos aquellos residuos almacenados en los espacios, tales como mesas, sillas, taquillas, suelos, paredes, etc. En un centro escolar no es difícil encontrar papeles tirados en el suelo, chicles pegados debajo de las mesas o marcas de manos en los cristales. Por eso debes utilizar productos específicos para cada caso, como los limpador de janelas o los agentes descalcificantes de Dermo, que te ayudaran a acabar con toda la suciedad incrustada, de una forma rápida y eficiente.
Quitar el polvo de mesas, sillas y puertas, así como barrer son factores muy importantes en la limpieza de un centro escolar, ya que consiguen que el espacio pueda verse y notarse más nítido y limpio.
Escritorios, dispensadores de agua, lavabos y un largo etcétera, acostumbran a ser nidos de gérmenes, susceptibles de convertirse en fuentes de virus debido a todo el movimiento que hay de tantas personas, a lo largo de todo el día.
Los baños, vestuarios y comedores son zonas críticas de un centro escolar, en cuanto a lo que a limpieza se refiere. Son lugares en los que existe más probabilidad de acumular gérmenes. Para estos casos es recomendable usar la microfibra como herramienta de limpieza, ya que consigue aspirar y llevarse cualquier mota de polvo por delante.
Cuando ya tengas todo bajo control solo quedará fregar el suelo, que es recomendable hacerlo al final del día, después de barrer, cuando todo el mundo esté fuera. De esta forma el suelo podrá secarse a su ritmo, sin riesgos de pisadas inoportunas.