¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de utilizar los detergentes desde un punto de vista sostenible? Una vez más, desde esta nueva entrada en nuestro blog, Dermo S.A., queremos hacer incidencia en la concienciación necesaria que debemos prestar a la población para que ésta se dé cuenta de la imperante necesidad que debe primar entre todos referente al tema de los detergentes y, más concretamente, al uso de detergentes ecológicos.
Lo primordial es contar con éstos en lugar de hacer uso de detergentes convencionales que tienen, entre sus componentes, sustancias y elementos nocivos para la salud de las personas o, lo que es peor aún, para la salud de un planeta que estamos consumiendo a sobremanera y al que, día a día, se le agotan los recursos. No sólo ser conscientes del uso de detergentes ecológicos biodegradables, los cuales, por lo menos, proporcionan la posibilidad de no afectar en tal medida al medioambiente y sus compuestos los forman elementos mucho menos agresivos y tóxicos; sino, también, hacer un uso razonable de éstos en casa, en el trabajo…, para que logremos limar el grado de sostenibilidad que debería acompañarnos por muchos millones de años más. ¿Cómo?
Con estas líneas que os ofrecemos a continuación, desde Dermo S.A., hoy queremos daros las claves básicas para que realicéis el uso correcto de los detergentes ecológicos en el hogar y, del mismo modo que ya cooperáis haciendo servir éstos en lugar de detergentes convencionales; brindaros algunos consejos que os posibiliten ahorrar y limpiar, de igual manera, sin afectar a esa sostenibilidad que buscamos.
Por ejemplo, una de las primeras medidas que hay que tener en cuenta es reducir el consumo excesivo de estos productos. Algunas de las claves para lograrlo son la reducción de las dosis recomendadas por los fabricantes. Normalmente, los niveles indicados de detergente a utilizar son los recomendables, pero también depende de los factores que los acompañen. No es igual aconsejar una dosis de medio cazo de detergente para lavar la ropa, con agua a 40ºC y siempre que la lavadora esté llena, que usar la misma cantidad (porque así lo creemos) cuando la lavadora está a medias, por lo tanto tiene todavía capacidad, y el agua que usamos es de 20ºC o 90ºC.
Otra medida útil en casa aplicable es a la hora de limpiar los platos. Más allá de los que usáis siempre el lavaplatos para ello, aquéllos que no disfrutéis de dicho aparato, podéis limpiar a mano usando detergente ecológico con agua caliente. Importante este último dato y es que el agua caliente nos permite ahorrar detergente, ya que la suciedad grasienta, con agua fría, cuesta más de eliminar y requeriremos de más jabón para lograr el mismo fin.
Es evidente que en todos los casos algún detergente tendremos que consumir, pero cuando lo hagamos tenemos que intentar que éste sea lo más ecológico posible. Los detergentes convencionales contienen sustancias que, además de no estar reguladas debido a la presión ejercida por la propia industria, tienen un impacto en el agua residual y en la que va a parar a ríos y depuradoras. Algunos de estos ingredientes nocivos, como los fosfatos, permanecen en el agua una vez se ha vertido. Tras ello, son las depuradoras quienes deben sobrellevar esa carga y limpiar el agua que, de nuevo, se reparte en los hogares. Para lograr eliminar esos fosfatos se necesitan unos equipamientos muy caros, que debe pagar cada ayuntamiento y que, por consiguiente, acabamos pagando con nuestros impuestos. Pagamos por ensuciar el agua (usando detergentes no ecológicos) y luego volvemos a pagar para limpiarla (con mejor tecnología en las depuradoras) para poder cocinar y lavar. Un círculo muy poco sostenible, ¿verdad?
Los detergentes ecológicos no contienen ninguno de estos fosfatos y representan una alternativa sostenible a la hora de limpiar y lavar. En Dermo S.A. os ofrecemos algunos de nuestros detergentes ecológicos fabricados en nuestra fábrica, contribuyendo con todas aquellas personas que quieran seguir aportando su grano de arena y ayudar a nuestro medioambiente, así como también, haciendo un guiño al consumo local.