La técnica del Feng Shui, que se traduce como viento y agua), se basa en la ocupación consciente y armónica del espacio y conseguir, a través de él, una influencia positiva sobre las personas que lo ocupan.
Esta técnica tiene origen en la cultura china y no tiene nada que ver con decorar bien, si no con consciencia y sin abarrotar el espacio.
¿Y cómo se pone en práctica?
Es una técnica que no se puede explicar en un artículo, pero sí que daremos los conceptos e ideas básicas para entenderla un poco mejor. El primer paso es organizar distintas estancias de la vivienda, ya que el desorden provoca un estado de ánimo negativo.
Para conseguir harmonia y paz en tu hogar los colores son muy importantes. Para el dormitorio son aconsejables los tonos rosados, que transmiten tranquilidad y podemos acompañar esta harmonía con ambientadores relajantes unas horas antes de ir a dormir.
Si queremos conseguir un buen descanso es importante que la cama no esté colocada de según de qué manera. El lugar donde ponemos los dos pies o allí donde colocas la cabeza no debe estás colocado en dirección a la puerta, ni estar colocada justo debajo de una ventana.
El móvil no debe quedarse en la mesilla de noche, para poder evitar las ondas electromagnéticas y para poder descansar mejor. La cama debe ser la protagonista absoluta del espacio y debe estar colocada en diagonal y opuesta a la puerta.
Los espejos también pueden ayudarnos a generar armonía en casa, colocando uno en el salón verás el efecto positivo que transmite, además de ayudar a ver el espacio más amplio.
En cuanto a la mesa del salón debería ser, preferentemente, redonda y de madera, para generar el aspecto de un hogar tranquilo y cómodo. Los sofás deberían ir colocados sin enfrentar, formando ángulos de 90 grados y evitando poner todos en línea, para que la comunicación sea fluida.
Si tenemos chimenea, el fuego es maravilloso para generar aún más comodidad y harmonía en nuestra casa. Para la iluminación es recomendable tener una iluminación general y otra puntual, para decidir qué intensidad de luz queremos.
En lo que se refiere al baño, debe adaptarse a las dimensiones del espacio, creando una parcela de intimidad, comodidad y que muestre solamente aquello que pueda verse y que aporte orden y limpieza, sin elementos que perturben la calma.
Las plantas pueden ayudarte mucho a encontrar el equilibrio harmónico y relajante que buscas. Del mismo modo que los ambientadores, que pueden contribuir a generar un estado de paz y serenidad, gracias a olores relajantes como la lavanda, por ejemplo.